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Manzanera

En las faldas de la Sierra de Javalambre se encuentra esta villa cuyos orígenes se remontan a épocas prehistóricas. Los datos más antiguos de asentamiento humano en la zona datan de la Edad del Bronce. Y es que, no es casual que los hombres decidieran permanecer en estas tierras. El entorno que rodea a Manzanera está considerado como un “Paraíso Natural”. Extensos pinares regados por limpios y caudalosos ríos que manan de numerosas fuentes como la de “El gavilán”, “el cañuelo” o “la Teja” entre otras, consiguen que todo el que pise esta localidad piense por algún momento en quedarse a vivir allí.

Tuvo un asentamiento musulmán conquistado en 1202 por el rey Pedro II de Aragón y marcó la frontera cristiana con el reino musulmán de Valencia en época de Jaime I. Es a partir de este momento cuando Manzanera cobra su máximo esplendor en la Historia pasando a formar parte de los señores Entenza.

Las diferentes cotas que presenta el término municipal hacen que existan también diferentes tipos de ecosistemas entre los que se encuentran pinares, carrascales y bosques de ribera. A pocos kilómetros de localidad se unen los ríos Torrijas y Paraíso formando a su vez el río Albentosa, afluente del río Mijares. Son muchas las personas que se acercan hasta Manzanera por su atractivo natural, unos en busca de los preciados rebollones o níscalos en la estación otoñal, otros vienen por sus kilómetros y kilómetros de rutas senderistas, otros atraídos por el deporte rey del invierno como es el esquí ya que las pistas de Javalambre están muy próximas, otros a reunirse con amigos en los merenderos de la fuente del Gavilán o del Cañuelo, otros por la hermosura de las agujas de las alhambras, otros por la caza, otros por las fiestas del pueblo en el Pilar, o las de sus barrios en honor a diferentes santos…. Y es que Manzanera no deja de sorprender.

En la actualidad, Manzanera cuenta con unos seiscientos habitantes que no sólo viven en la localidad sino que están diseminados por todo el término municipal que posee los barrios de Las Alhambras, Los Cerezos, Alcotas, Los Olmos y el Paraíso Bajo. Antiguamente eran más los núcleos de población que estaban habitados como el Paraíso Alto, el Paúl, Torre de Alcotas y los Peones además de numerosas masías. Estos lugares dejaron de tener pobladores debido al éxodo rural de los años sesenta y setenta cuando marcharon sus gentes a lugares más prósperos de la Comunidad Valenciana o Cataluña. Los pocos que quedaban decidieron acercarse a vivir a Manzanera donde existen más comodidades para la vida de hoy.

Si hay un atractivo natural a destacar en Manzanera es el hermoso Balneario que posee en el barrio de “el Paraiso” y es así como uno se siente cuando recibe el tratamiento de sus aguas termales. El hermoso edificio donde se encuentran las instalaciones está enmarcado por un entorno natural de extrema belleza en el que se respira paz y tranquilidad. Dos ingredientes esenciales para sentirnos bien tanto por dentro como por fuera.