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Teruel Ciudad Mudéjar

A pesar  de ser la capital con menos población de nuestra geografía, Teruel  es una de las ciudades con más encanto y uno de los lugares más bellos de España. Nadie queda indiferente al ver sus hermosas torres mudéjares, sus Amantes y su Torico. Te invitamos a que conozcas el modernismo que Pablo Monguió dejó impreso en las casas construidas a principios del siglo XX y que gracias a él puedas viajar en el tiempo y así  hacerte una idea de cómo era esta ciudad de provincias allá por 1912.

El casco antiguo de Teruel  se levanta sobre una muela rodeada por varias ramblas y por el río Turia, nacido en el mismo Teruel.  La confluencia del río Alfambra y el Guadalaviar, venido de la sierra de Albarracín, hacen de Teruel la primera ciudad regada por las aguas de este río de vertiente mediterránea.

Si vas a visitar la ciudad de los amantes te aconsejamos que dejes tu coche, si es que te acercas hasta allí con este medio de transporte, en la estación del tren. Los que viajan con el ferrocarril lo tienen más fácil ya que el tren los deja allí. El motivo de estacionar o comenzar la ruta desde allí es para que el visitante pueda apreciar la hermosa escalera que comunica la vega del río Turia, donde está la estación del ferrocarril, con el centro de la cuidad. En Teruel la llaman “la escalinata” y consta de unos ciento cuarenta escalones que fueron construidos en 1920. Su diseño lo proyectó el ingeniero José Torán de la Rad y el director General de obras públicas de la época Don Carlos Castel. La escalinata es una construcción neomudéjar, fabricada en ladrillo y cerámica vidriada, acorde con las maravillosas torres campanario mudéjares del centro de la cuidad de Teruel. Posee unas maravillosas lámparas realizadas en forja modernista, acorde a los tiempos en los que fue construida, de principios del siglo XX. En la parte central de la escalinata, antes de llegar al Paseo del Óvalo, una fuente coronada por un bajorrelieve en el que aparece representada la última escena de la historia de Juan Diego e Isabel, los amantes de Teruel. Para los que no pueden subir escaleras, pueden acceder al centro de la cuidad gracias a un ascensor que te eleva desde la base de la escalinata hasta el Paseo del Óvalo. Este paseo recibió el premio Europa Nostra al mejor espacio urbano en el año 2004.

Desde el Óvalo se puede acceder a la plaza del Torico por dos calles, la calle Nueva o la calle del Salvador. Si accedes por la calle nueva puedes ver varios ejemplos de casas modernistas entre las que destaca la fachada del la casa Ferrán, constrida por Pablo Monguió en 1910. Si decides subir por la calle del Salvador encontrarás la torre mudéjar  de la iglesia del Salvador, construida en el siglo XIV con la característica cerámica vidriada de color verde y blanco plasmada en toda la torre formando dameros, puntas de flecha, estrellas de ocho puntas… 

Llegados a la plaza del Torico, aunque su nombre oficial es el de plaza de Carlos Castel, nos llama la atención la fuente que preside el centro de la plaza y que lleva en su base una inscripción que nos habla del año de fundación de la cuidad por parte de Alfonso II. Si levantamos la vista hacia el final de la fuente vemos uno de los principales símbolos de la ciudad, El Torico. Este pequeño toro hace referencia a la leyenda de la fundación de la cuidad de Teruel por parte de las tropas del rey de Aragón en 1161. Alfonso II ve en lo alto de la muela sobre la que se levanta Teruel un toro y  sobre él brilla una estrella, este hecho es considerado como una señal divina para que él funde en ese lugar una nueva villa cristiana. Cuando se construye la fuente es mediados del siglo XIX, época del romanticismo y existe una añoranza por la Edad Media, cuando se funda Teruel. Se desconoce quien fue el autor de la fuente, pero quien la diseñara cuando colocó ahí el Torico lo hizo recordando el origen fundacional de la ciudad. Hoy en día, esta fuente se ha convertido en un atractivo turístico ya que nadie se ve de Teruel sin ver ni fotografiar su Torico. También en esta plaza de Carlos Castel  se encuentran las principales casas modernistas proyectadas por Pau Monguió como es la casa Ferrán, la de la Madrileña o la casa del torico. En todas cabe destacar el trabajo de la forja realizada por Matías Abad, los diseños en estuco, los motivos vegetales y sus aleros de madera. 

En el centro de Teruel todo está cerca así que no puedes irte de allí sin visitar la Fundación Amantes de Teruel donde podrás ver a los turolenses más ilustres, Diego e Isabel. Allí te contarán una de las más bellas historias de amor. Una tragedia romántica que hará que te enamores de esta ciudad para siempre. De hecho los chinos han considerado Teruel como la ciudad más romántica del mundo y seguramente se deba a la famosa historia de sus amantes.

También a través de la Fundación amantes de Teruel tienes la posibilidad de acceder a la iglesia mudéjar de San Pedro del siglo XIV, a su claustro neomudéjar y subir a la torre de San Pedro, construida en el siglo XIII en una visita guiada. ¿Sabías que el mudéjar de Teruel está declarado Patrimonio Mundial Por la UNESCO desde 1986? El galardón se lo dieron a las cuatro torres mudéjares que quedan en pie, a la cabecera de la iglesia de san Pedro y a la espectacular techumbre de la Catedral de Santa María de Media villa.

Visita obligada merece la plaza de la Catedral ya que en ella podremos ver la fachada de la catedral, obra de Pablo Monguió, la torre mudéjar de la catedral que data del siglo XIII, la casa del Dean con una fuente renacentista a sus pies y el ayuntamiento de la ciudad. En el interior de la catedral existen numerosas obras de arte de gran interés entre las que destaca, por un lado, el retablo del altar mayor construido en el siglo XVI por Gabriel Jolí en madera de pino sin policromar, y por otro, la techumbre mudéjar que cubre la nave central de la catedral. Esta techumbre está realizada  con armadura de par y nudillo, y a su vez está totalmente decorada con pinturas al temple sobre la madera encuadradas en el llamado gótico lineal. Su construcción se fecha hacia mediados del siglo XIII. 

También es visitable, junto con la entrada de la catedral, el museo de arte sacro que se encuentra en el palacio episcopal. 

Justo en la cabecera de la catedral está la plaza del Padre Polanco también conocida como la plaza de la Marquesa. En ella está el museo provincial que alberga una magnífica colección de cerámica medieval. El museo está dentro de un palacio renacentista del siglo XVI y que en su día se utilizó como la casa de la Comunidad de aldeas de Teruel. Merece la pena visitarlo y apreciar las obras allí expuestas así como subir hasta la logia y apreciar las inmejorables vistas que desde allí se ven. Su entrada es gratuita.

En la plaza de Pérez Prado o del Seminario, que es como más la conocen los turolenses, se puede ver la torre mudéjar de San Martín, también torre puerta como todas las otras torres mudéjares de Teruel y construida en el siglo XIV. Las cuatro torres tienen cerámica vidriada para su decoración pero tan sólo el verde es el color común entre ellas. La torre de San Pedro tan sólo está decorada con cerámica de color verde y unas pocas piezas en morado; la de la Catedral tiene el color verde común a todas y más piezas tanto en verde como en morado que la de San Pedro. La torre de san Martín y la del Salvador tienen piezas de color verde y de color blanco, influencia valenciana en el siglo XIV. Las torres más “jóvenes”, es decir la de la iglesia de san Martín y la de la iglesia del savador están profusamente decoradas y son consideradas las más bellas torres mudéjares. La torre de san Martín tiene un contrafuerte a los pies realizado en el siglo XVI por Pierres Vedel, arquitecto francés que también diseñará el acueducto de los Arcos. En esta plaza también está el seminario reconstruido por la Dirección General de Regiones Devastadas después de la Guerra civil española.

El acueducto de los Arcos es una de las principales obras hidráulicas realizadas en España en el siglo XVI. Es un acueducto renacentista que permitió la llegada del agua corriente a Teruel desde el acuífero de la Peña del Macho a más de dos kilómetros de la ciudad. Antes la ciudad se abastecía de agua gracias a los aljibes ubicados bajo la plaza del Torico. Se trata de un acueducto viaducto ya que tiene esa doble funcionalidad. Por arriba pasa la canalización del agua mientras que por abajo pasan los viandantes.

Otro de los lugares de interés para ver en Teruel es su plaza porticada de San Juan en la se ubican los edificios de los organismos oficiales, el antiguo casino neomudéjar y el edificio que en su día cobijó el Banco de España y hoy alberga salas multiusos y de exposiciones temporales.

Cuando la superficie sobre la que se levanta Teruel histórico se quedó pequeña, la población quiso desplazarse hacia las afueras y se construyó el ensanche. Pero había que superar un desnivel de treinta metros de altitud que tiene la rambla de San Julián. Para ello Fernando Hué de la Barrera diseña una de las obras de más envergadura que se construyen en España en los años veinte del siglo pasado. El viaducto que hoy en día está declarado Bien de Interés Cultural hizo que la ciudad se despazara y creciera en otra dirección y que mucha gente empezara a construir sus casas fuera del centro. Este hecho ocurre en 1929. El viaducto construido con hormigón armado soportará primero el paso personas y carros y después de coches, motos y camiones hasta 1994, año en el que se construye un viaducto paralelo y el antiguo solo será peatonal.

Si eres además de los que les gusta ir de fiesta has ido a parar a uno de los sitios donde mejor se sabe disfrutar de ellas. Los turolenses son conocidos también por su singular forma de celebrar las fiestas de la Vaquilla del Angel. Se trata de un fin de semana en el que el cuerpo no descansa de bailar y disfrutar en todos los sentidos. Hay diversas actividades propuestas por las muchas peñas de la ciudad en las que predominan las verbenas y charangas. También los amantes del mundo del toro tienen una cita aquí porque por sus calles se corren toros ensogados. Si te apetece acercarte las fiestas de la Vaquilla en las que todo el mundo tiene cabida se celebran el fin de semana más próximo a san Cristobal, es decir, a principios del mes de julio.

Otras de las fiestas destacadas que se celebran en Teruel son las llamadas “Bodas de Isabel de Segura” en las que todo Teruel viaja en el tiempo hasta el siglo XIII, época en la que sucede la historia de los amantes. Se realizan actos teatrales por las calles desde el jueves hasta el domingo en los que no queda ninguna escena de esta trágica historia de amor sin representar. Los actores son amateur y ensayan varios meses antes para que todo el que venga a Teruel se vaya tan enamorado de la ciudad que no pueda olvidar jamás su visita. El fin de semana que se celebran estas Bodas es el tercero del mes de febrero.

Otro de los grandes atractivos que tiene Teruel es su gastronomía. Muchos son los platos típicos pero de entre ellos destacan su excelente jamón serrano y sus dulces “suspiros de amante” y “trenza Mudéjar”.